Ana tenia 8 años. Ana tenia todo lo que quería, aunque le faltaba algo, una verdadera amistad. Lo que ocurría es que Ana nunca dejaba hablar a los demás y siempre, siempre presumía de todo lo que tenía. Aunque nunca se notó que Ana estaba triste, siempre lo estaba. Ella sabía que los amigos que tenía no eran amigos verdaderos porque no esteban con ella por cómo era si no por lo que era. Ana no sabía que hacer para encontrar una verdadera amistad y preguntó a su madre. -Mamá, ¿Cómo puedo encontrar una verdadera amistad?. Y la madre le contestó con rapidez y tono enfadado. -Hija, ¡No tengo tiempo para nada, arreglatelas tú sola!. Se entristeció y fue llorando a habitación, hasta que de repente ¡¡Pafff...!! Ana apareció en otro mundo, un mundo muy extraño. Hasta que de repente apareció otra persona aunque alguien muy extraño, pero lo más extraño era que Ana no se asustó nada, absolutamente nada, porque recuerda haberlo visto antes en un sueño, su nombre era Héctor, era muy rápido tanto nadando como corriendo y poco después llegó una chica, Fátima, que era también algo extraña disparaba bolas de fuego y algunas veces cuando la tocas te podías quemar y Ana tampoco se asusto de ella, porque también la vio en un sueño, Héctor y Fátima eran algo parecido a lo que Ana buscaba eran alegres, sinceros, siempre la apoyaban y por supuesto estaban con ella por como era y no por lo que era. Ana de repente apareció en su habitación y ya sabia quien era su verdadera amistad. Era Sonia, Sonia siempre la apoyaba , era alegre, sincera y por supuesto estaba con ella por como era y no por lo que era.
Fdo por: Estala Moreno
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